domingo, 20 de febrero de 2022

 

[ 075 ]

 

Dices tú del ‘nacionalcatolicismo’

 

Leemos con malsana curiosidad [ conste que en la prensa de curso legal ] una información poco habitual sobre la sacrosanta Institución que, armada hasta los dientes y con la cruz por delante, tutela la Constitución ‘atada y bien atada’ de la Una, Grande y Libre FRANCOCRACIA:

 

“Defensa ha gastado 40 millones en salarios de sacerdotes en una década. Los Ejércitos y la Armada cuentan con 18 iglesias y capillas adscritas, 238 salas muticonfesionales y 84 miembros en el Servicio de Asistencia Religiosa en las Fuerzas Armadas”.

 

Un [ ¿envalentonado o achispado? ] senador del régimen que ustedes saben, se dirige a sus compadres [ que ni puto caso, como es habitual entre compadres apoltronados en el cómodo y lucrativo ejercicio del cretinismo parlamentario ]:

 

“…una cosa es tener edificios para el uso religioso si los miembros de la Fuerzas Armadas quieren hacer uso de ellas, y otra, en un Estado aconfesional, que mantener a curas católicos en el ejército, que son totalmente prescindibles [ ¿prescindibles? ¡lo que hay que oír en el patio sagrado de Monipodio! ], nos cueste 40 millones de euros en diez años”.

 

A lo que el menda to embalao, añade:

 

“…en un Estado como el nuestro la religión no es obligatoria [ ¡¡desde cuándo, peazo de hereje!! ], y forma parte del ámbito íntimo y personal, y no tiene ningún papel en las funciones de la defensa del territorio español…”

 

Y ya completamente desbocao, se desenmascara el bolchevique:  

 

“…datos como estos, demuestran que el nacionalcatolicismo es algo todavía no superado”.

 

– Y yo me pregunto, ¿A qué viene esa forma de desbarrar contra lo más sagrao?... ¡¡¡ Marlaska !!! ¡¡¡ la tanqueta !!! ¡Coño ya!

 

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2 comentarios:

  1. "Art. 17.
    Los sacerdotes del Arzobispado Castrense integrados en el Servicio, tanto a los efectos de la consideración establecida en el artículo 10 de este Real Decreto, como en relación con la dignidad de su función, tendrán derecho al uso de las diversas dependencias, residencias y otras instalaciones del Ministerio de Defensa en igualdad de condiciones que el personal militar. Asimismo, en conexión con lo previsto en el párrafo segundo del artículo 6.°, podrán participar en actividades y reuniones de las unidades en las que desempeñen sus funciones."

    https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-1990-23337

    O sea, que además del sueldo tienen acceso al disfrute de las mismas mamandurrias que los oficiales. ¿Participarán también en los cruceros de lujo que organiza la OTAN para agasajar a sus fieles guerreros y sus familiares?

    Salud y comunismo


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    1. Al igual que la nobleza antaño, la actual pertenencia a la élite financiera, la alta burguesía, la cúpula militar o la jerarquía de la Iglesia católica, consiste fundamentalmente en vivir de las rentas del botín robado y acumulado durante siglos (aunque la Iglesia católica ha ‘robado legalmente’ durante los últimos años de ‘democracia’ unas 100. 000 propiedades inmobiliarias más) del fruto del trabajo ajeno y no pagar impuestos. Si utilizamos el lenguaje posmoderno podríamos decir que la corrupción es transversal, aunque quizás sería más exacto decir que es consustancial a la clase dominante: al modo de producción capitalista y la superestructura política y jurídica que genera.

      El salario de los curitas en el ejército es el chocolate del loro de lo que ‘presuntamente’ se apropian los propios mandos (del presupuesto del estado –en su mayor parte opaco– y de los sobrecitos y especies que reciben de la ‘superioridad imperial’, vía CIA, OTAN, fabricantes de armas…

      Y esto en el inepto ejército español, coleccionista de derrotas desde tiempos inmemoriales, y que solo puede presumir de haber vencido al desarmado pueblo que precisamente habían jurado defender, y eso con la determinante ayuda de los nazis y los fascistas italianos. Basta recordar cómo Juan March –que desde el 14 de abril de 1931 estuvo financiando el entramado militar-golpista contra la República–, con una pequeña parte de su dinero –resulta muy instructiva la negociación con ‘Franquito’, si la cosa sale mal, de un apartamento en París para ‘carmencita’ y una pensión vitalicia que les garantice un exilio de lujo– y una gran parte del dinero que puso en su bolsillo y en cuentas suizas y norteamericanas la Gran Bretaña, compró, a principios de la década de los cuarenta, a la mayoría de los ‘muy corruptibles’ generales franquistas. Todos ellos, después de ser generosamente untados, se mostraron bien dispuestos a deshacerse de ‘Paca la culona’ e instaurar una monarquía ‘homologable’ con los valores democráticos y anticomunistas que convenía a las potencias occidentales tras la Segunda Guerra Mundial. Pero el Imperio tenía otros planes y Franquito se ofreció como ‘estribo’ contra el bolchevismo. Y el matrimonio de conveniencia entre corruptores y corruptibles sigue funcionando en plena FRANCOCRACIA.

      Salud y comunismo

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