viernes, 11 de abril de 2025



[ 759 ]

 

 

 

 

CARLOS MARX  / FEDERICO ENGELS

CORRESPONDENCIA

 

 

38. DE MARX A ENGELS

[Londres] 2 de abril de 1858. 

 






...Lo que sigue es un breve bosquejo de la primera parte. Todo se dividirá en seis libros: I. Capital; II. Propiedad de la tierra; III. Trabajo asalariado; IV. Estado; V. Comercio internacional; VI. Mercado mundial. 

 

Capital. Contiene cuatro secciones: A. El capital en general (este es el material de la primera parte)-, B. Competencia, o acción recíproca de los diversos capitales; C. Crédito, en que el capital aparece coma elemento general en comparación con los capitales particulares; D. Capitales por acciones, como la forma más completa (que pasa al comunismo), junto con todas sus contradicciones. 

 

La transición del capital a la propiedad de la tierra es también histórica, ya que la forma moderna de la propiedad territorial es un producto de la acción del capital sobre la propiedad territorial feudal, etc. Análogamente, la transición de la propiedad territorial al trabajo asalariado no es solamente dialéctica sino también histórica, desde que el producto final de la propiedad de la tierra es la institución general del trabajo asalariado, que se presenta a su vez como base de todo. Pues bien (me es difícil escribir hoy), llegamos ahora al corpus delicti

 

 

I. Capital. Primera sección. El capital en general. En toda esta sección se toma como hipótesis que el salario es constantemente igual a su mínimo. Las fluctuaciones de los salarios mismos, bajas o alzas respecto del mínimo, entran en la consideración del trabajo asalariado. Además, la propiedad de la tierra se toma como = O; esto es, hasta ahora en nada nos concierne la propiedad de la tierra en cuanto relación económica particular. Es la única manera posible de evitar tener que tratar de todo al hacerlo de cada relación particular. 

 

(1) Valor. Puramente reducido a cantidad de trabajo. El tiempo como medida de trabajo. El valor de uso —ya sea considerado subjetivamente como utilidad del trabajo, u objetivamente como utilidad del producto— se presenta aquí simplemente como la presuposición material del valor, que por ahora se sitúa por completo fuera de la determinación de la forma económica. El valor como tal no tiene otro “material'’ que el trabajo mismo. Esta determinación del valor, indicada por primera vez por Petty y luego elaborada claramente por Ricardo, no es sino la forma más abstracta de la riqueza burguesa. En sí misma ya presupone: la disolución: 1) del comunismo primitivo (India, etc.); 2) de todos los modos de producción no desarrollados, preburgueses, no dominados por completo por el intercambio. Si bien es una abstracción, se trata de una abstracción histórica que sólo podría adoptarse sobre la base de un desarrollo particular de la sociedad. Todas las objeciones a esta definición del valor derivan de condiciones menos desarrolladas de la producción, o bien descansan en la confusión que consiste en oponer a este valor, bajo esta forma abstracta y no desarrollada, determinaciones económicas más concretas, en las cuales el valor ha sido abstraído y que, por consiguiente, pueden, desde otro punto de vista, considerarse como el desarrollo ulterior del mismo. Teniendo en cuenta la falta de claridad entre los propios señores economistas en cuanto a la forma en que esta abstracción se vincula a las formas posteriores y más concretas de la riqueza burguesa, esas objeeciones eran más o menos justificadas. 

 

De la contradicción entre las características generales del valor y su existencia material en una mercancía determinada, etc. —esas características generales son las mismas que más tarde aparecen en el dinero—, surge la categoría del dinero. 

 

(2) Dinero. Algo acerca de los metales preciosos como vehículo de las relaciones monetarias. 

 

(a) El dinero como medida. Algunas notas sobre la medida ideal de Stcwart, Attwood, Urquhart; presentado en forma más comprensible por los defensores del trabajo-dinero (Gray, Bray, etc. Algunos palos ocasionales a los proudhonianos). El valor de la mercancía traducido en dinero es su precio, que por ahora sigue apareciendo solamente en esta diferencia puramente formal del valor. De acuerdo con la ley general del valor, una cantidad determinada de dinero expresa tan sólo una cierta cantidad de trabajo materializado. En tanto que el dinero es medida, la variabilidad de su propio valor no hace al caso. 

 

(b) El dinero como medio de intercambio, o circulación simple.  Aquí sólo se considera la forma simple de esta circulación. Todas las circunstancias que la determinan más precisamente residen fuera de ella y por consiguiente se considerarán más adelante. (Presuponen condiciones más evolucionadas.) Si denominamos M a la mercancía y D al dinero, la circulación simple exhibirá ciertamente estos dos movimientos circulares o ciclos. M-D-D-M y D-M-M-D (el último constituye la transición al apartado c), pero el punto de partida y el de retorno no coinciden de modo alguno, o si lo hacen es sólo accidentalmente. La mayor parte-de las llamadas leyes formuladas por los economistas tratan la circulación del dinero, no dentro de sus propios límites, sino como incluida en y determinada por movimientos superiores. Todo esto hay que eliminarlo. (Entra parcialmente dentro de la teoría del crédito; pero en parte también debe tratarse en los puntos en que el dinero aparece nuevamente, aunque más completamente definido.) Ahora viene, entonces, el dinero como medio de circulación (moneda). Pero al mismo tiempo como la realización (no meramente en trance de desaparición) del precio. De la definición simple según la cual la mercancía, fijada como precio, ya está canjeada idealmente por dinero antes de serlo en la realidad, surge la importante ley económica de que la masa de medios de circulación está determinada por el precio y no a la inversa. (Aquí, algo de historia a propósito de la controversia sobre este punto.) Resulta, además, que la velocidad puede remplazar a la masa, pero que para los actos simultáneos del intercambio es necesario una masa determinada, en la medida en que aquéllos no actúen recíprocamente como + y –, equivalencia y restricción que no se considerarán en este punto del desarrollo sino como un anticipo. No entraré ahora en más detalles del desarrollo ulterior de esta sección. Sólo anotaré que la no coincidencia de M-D y D-M es la forma más abstracta y superficial en que se expresa la posibilidad de las crisis. El desarrollo de la ley que expresa que el precio determina la masa circulante, muestra que sobre esto se han hecho hipótesis que de ningún modo se aplican a todas las etapas de la sociedad. Por consiguiente, es estúpido, por ejemplo, trazar un paralelo entre las relaciones comerciales modernas y la afluencia a Roma de dinero proveniente del Asia con su repercusión sobre los precios de entonces. Las definiciones más abstractas, examinadas con el mayor cuidado, siempre indican uná concreta base histórica determinada (como es natural, ya que han sido abstraídas de esta determinación). 

 

(c) El dinero como dinero. Este es el desarrollo de la fórmula D-M-M-D. El dinero como ente independiente del valor, desvinculado de la circulación: existencia material de la riqueza abstracta. Se manifiesta de antemano en la circulación en la medida en que él no aparece sólo como medio de circulación, sino como realización de un precio. En su carácter de (c), en que (a) y (b) sólo aparecen como funciones, el dinero es la mercancía general de los contratos (aquí es importante la variabilidad de su valor, debida a la determinación del valor por el tiempo de trabajo) y objeto de atesoramiento. Esta función sigue siendo importante en Asia y generalmente fue importante en el mundo antiguo y en la Edad Media. Subsiste en la actualidad como parte secundaria del sistema bancario. En épocas de crisis el dinero en esta forma vuelve a cobrar importancia. Consideración del dinero en esta forma y de las ilusiones que engendra en el curso de la historia universal. Propiedades destructivas, etc. El dinero como encarnación de todas las formas superiores en que aparecerá el valor; formas precisas en que son limitadas exteriormente todas las relaciones del valor. Sin embargo, el dinero fijado en esta forma deja de ser una relación económica; la forma se pierde en su medio material, el oro o la plata. Por otra parte, en cuanto el dinero entra en circulación y es nuevamente canjeado por M, el proceso final, el consumo de la mercancía, cae nuevamente fuera de la relación económica. La circulación simple del dinero no implica el principio de su autorreproducción y por consiguiente va más allá de sí mismo. Como lo muestra el desarrollo de sus determinaciones, el dinero contiene en sí mismo la demanda del valor que entra en la circulación, lo mantiene durante la circulación y al mismo tiempo implica la circulación: el capitel. Esta transición es también histórica. La forma antediluviana del capital es el capital comercial, que siempre despliega dinero. AI mismo tiempo, nacimiento del capital verdadero a partir del dinero o capital de los mercaderes, que toma el control de la producción. 

 

(d) Esta circulación simple, considerada en sí misma —y aquí tenemos la superficie de la sociedad burguesa, que oculta las operaciones más profundas, de las que proviene—, no presenta diferencia alguna entre los objetos del intercambio, excepto las formales y efímeras. Este es el reino de la libertad, de la igualdad, de la propiedad basada en el “trabajo”. La acumulación, que aquí aparece en forma de atesoramiento, es, por consiguiente, tan sólo una mayor sobriedad, etc. En seguida, de un lado, la inepcia de los teóricos de la armonía económica, librecambistas modernos (Bastiat, Carey, etc.), quienes establecen este aspecto tan superficial y abstracto como su verdad y lo oponen a las relaciones de producción más desarrolladas y a sus antagonismos. De otro lado, la inepcia de los proudhonianos y socialistas similares que tratan de aplicar las ideas de igualdad, etc., (que corresponden a este intercambio de equivalentes (o lo que se supone como tales) a las desigualdades de las que ha surgido el intercambio y a las que éste retorna. Como ley de apropiación en esta esfera, la apropiación por el trabajo aparece como un intercambio de equivalentes, de manera que ei intercambio devuelve simplemente el mismo valor en una forma material diferente. En resumen, todo es “bello y bueno”, pero muy pronto llegará a un horrible final, y por cierto que debido a la ley de equivalencia. 

 

Ahora llegamos a:

 

(3) Capital. Esta es realmente la parte más importante de la primera sección, y acerca de la cual más necesito tu opinión. Pero hoy no puedo seguir escribiendo: esta porquería de ictericia me hace difícil sostener la pluma, y el inclinar la cabeza sobre el papel me marea. De modo que, hasta la próxima. 

 

 *



[ Acerca de la primera parte de la Contribución a la crítica de la economía política, que Marx había enviado a Engels para su lectura, escribía este último el 9 de abril de 1858:

 

“El estudio de tu resumen de la primera mitad ° me ha tenido ocupado. It is a very abstract indeed, lo que no podía evitarse en esa forma abreviada, y a menudo me da trabajo encontrar las transiciones dialécticas, ya que todo razonamiento abstracto se me ha vuelto muy extraño. Esta disposición del conjunto en seis libros, posiblemente no podría ser mejor y me gusta extraordinariamente, si bien todavía no veo con claridad la transición dialéctica de la propiedad del suelo al trabajo asalariado. El desarrollo de la exposición del dinero es también muy bueno. También aquí hay puntos particulares que todavía no veo muy daros, ya que a menudo tengo que buscar primero la base histórica por mi cuenta. Sin embargo creo que tan pronto como tenga la conclusión del capítulo en general, veré mejor la línea, y entonces te escribiré con mayor detalle acerca de ello. El abstracto tono dialéctico de este epitóme desaparecerá, naturalmente, en su elaboración." 

 

En la carta anterior Marx da el primer plan de su obra económica. La forma de El capitalno estuvo fijada desde el comienzo. En el curso de 1858 a 1867, a medida que Marx penetraba más profundamente en su documentación, le daba siempre una nueva forma, hasta que halló la presentación que reflejaba con mayor claridad el contenido dialéctico de esta obra, la principal del marxismo.] 

 

**

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario