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Detrás de la cortina de propaganda, parece que ocurren cosas…

 

Que si ‘el virus chino’, que si ‘la guerra de Putin’, que si las moscas y los mosquitos convertidos en armas bacteriológicas por el Pentágono en más de una decena de laboratorios secretos situados en la inofensiva Ucrania que han caído en las peligrosas garras de los invasores rusos…

 

La madre de todas las olas, pero qué digo, el tormentoso ‘tsunami perfecto’ de propaganda que sin ninguna sutileza nos penetra e invade por cada crédulo poro de nuestro cándido pellejo. Y todo ello sin excluir  a los ‘sujetos raritos’ que, como señala el chivato del algoritmo, no encendemos la televisión, ni la radio, ni siquiera leemos la prensa libre y dependiente de la FRANCOCRACIA. Pues no se lo van a creer, pero la propaganda imperialista ha llegado incluso hasta la pantalla de mi, según dicen los que mandan, ‘teléfono inteligente’. 

 

Como lo leen, palabrita del abu comunista. Resulta que la humanitaria entidad financiera, cuyo nombre prefiero no mencionar por no caer en el bobo colaboracionismo de la publicidad gratuita del capitalismo usurero, en la que el Estado de Bienestar tiene a bien ingresar los primeros días de cada mes los 451 eurazos de la prestación social que le corresponde a este menda, claro que  después de casi cuarenta años de cotización a las arcas del ‘instrumento controlador y represor de clase’ ya mencionado más arriba. Respiro y sigo.  Me ha hecho llegar un ‘mensaje emocional que te cagas’ –pero mi atascado tránsito intestinal no se da por aludido– para que me sume, con la cantidad de euros que buenamente pueda, a la campaña de ayuda a la OTAN para sufragar los gastos de su ‘fabricada’ guerra contra la Rusia ‘del criminal Putin y su corte de oligarcas’ que lleva a cabo desde una prudente distancia utilizando de vanguardista ‘carne de cañón’ a los soldaditos de la intervenida, desde 2014, Ucrania, para ir avanzando ‘el cerco nuclear de acoso y derribo’ contra el peligro realmente existente para el ‘hegemón yanqui’: CHINA. En fin, consultaré con mi asesor financiero. Y con los camaradas del Donbass.

  

 

Y para guinda del pastel, no se pierdan las desinteresadas palabras del  filántropo preferido del ‘comunista’ pro-OTAN, Alberto Garzón:

 

George Soros: “Sólo espero que Putin y Xi sean apartados del poder antes de que destruyan nuestra civilización”

 

 

Anónimo: «La mala gente –los oligarcas como Soros, Botín, Roig, March, Ortega, Koplowitz…– se la conoce en que resulta peor cuando se la conoce».

 

Debe de ser por eso que las alimañas no se dan a conocer, que nos quieren ignorantes, desinformados, sin memoria histórica. Digo yo.

 

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