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Playa Girón: La champaña de los derrotados.
Alejo Carpentier
«Aquí, lo que me ha devuelto la Guerra es un vencedor; porque el enemigo fue arrojado al mar por donde vino, en un ejemplar escarmiento de barcos hundidos, aviones derribados, tanques abandonados, con el lastimoso espectáculo de sus hombres-leopardos (me refiero a las pintas del bélico traje que traían) llevando, entre columnas de milicianos victoriosos, el paso renqueante y alicaído de los prisioneros que demasiado pronto esperaban el rápido triunfo de una mala causa…
«Al comenzar la batalla, se había hecho una necesaria redada de gente propicia a constituirse en quinta columna o realizar acciones de sabotaje. Amplia redada, pero acaso no todo lo amplia que hubiese debido ser —y en esto el Gobierno Revolucionario había dado muestras de gran moderación dentro del rigor que exigían las circunstancias— pues, me constaba que antiguas alumnas mías, de la escuela del Vedado, hoy casadas y algunas con hijos, habían celebrado prematuras fiestas, el día de la invasión, en tomo a los aparatos de radio que desde el extranjero difundían los mentirosos partes del avance victorioso del enemigo, resueltas de antemano a no escuchar las noticias que transmitían las estaciones locales. Mucho champaña se había bebido ese día, y desde muy temprano y con el estampido de muchos tapones disparados entre burbujas, en sus salones de ventanas cerradas, y me divierto, de pronto, al observar que en francés no se dice “beber champaña”, sino “sabler le Champagne” —que es como decir: en-arenar, poner en arena, reminiscencia, tal vez, de los tiempos en que para mantener frescas las botellas de ciertas bebidas se hundían las botellas en arena mojada cubierta de sal: enarenar.
«Y había algo cruelmente simbólico en ese en-arenamiento, si pensábamos hoy que, en esos mismos momentos, los combatientes y mercenarios de la contrarrevolución, se en-arenaban de verdad en Playa Girón —que aquél sí que había sido el gran enarenamiento, en arena mojada y bien mojada, con sal fina del mar y sal gruesa de metralla, y disparos de tapones que eran de muy grueso calibre…»
(Fragmento de la novela “La consagración de la primavera”, de Alejo Carpentier.)
Fuente: https://lapupilainsomne.wordpress.com/2022/04/16/playa-giron-la-champana-de-los-derrotados-por-alejo-carpentier/
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Y en Miami, la CocaCola se tornó chispa de la derrota.
ResponderEliminar★
Brecht: «Al río que todo lo arranca lo llaman violento, pero nadie llama violento al lecho que lo oprime».
ResponderEliminarEl regalo más grande que el pueblo cubano le puede dar a los demás pueblos es el ejemplo de su propia lucha. Y esa sí que es una deuda que tenemos con Cuba, tan impagable como revolucionaria.
Salud y comunismo
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