sábado, 9 de julio de 2022

 

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LA FORMACIÓN DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO DE MARX

Ernest Mandel

 

(…)

 

 

Capítulo VI

 

EL PERFECCIONAMIENTO DE LA TEORÍA DEL VALOR, DE LA TEORÍA DE LA PLUSVALÍA Y DE LA TEORÍA DE LA MONEDA

 

 

La crisis de 1857 había reducido los recursos muy escasos ya de Marx; el New York Daily Tribune limitó sus contribuciones a dos artículos por semana. Pero no por ello había dejado de estimular su celo y su alegría por el trabajo, hasta el punto de que escribió el 18 de diciembre de 1857 a Engels: «Trabajo (actualmente) de manera colosal, las más de las veces hasta las cuatro de la mañana.» Estos trabajos se concentraron en dos puntos: el registro minucioso de los «hechos y gestos» de la crisis; la elaboración de los «rasgos fundamentales» del análisis económico. De estos últimos trabajos nacerán la Contribución a la crítica de la economía política; los Grundrisse y las Teorías sobre la plusvalía que constituyen el conjunto de los trabajos directamente preparatorios de la elaboración de El capital.

 

Desde hacía mucho tiempo, Marx venía alimentando la esperanza de redactar de manera sistemática una crítica de la economía política burguesa, así como la exposición de sus propias concepciones en materia económica. Había hecho alusión desde 1851, al escribir el 2 de abril de ese año a Engels, que en seis semanas habría terminado con todo el fárrago económico en la biblioteca (del British Museum) y que trabajaría después «la economía» en su casa. Pero la necesidad de un trabajo periodístico para atender a sus necesidades a partir de 1852, problemas familiares y una salud deficiente retardaron en cuatro años la ejecución de este plan. La redacción de los Grundrisse comenzó en septiembre de 1857. Y Rubel señala que desde agosto de 1852 hasta fines de 1853 Marx se vio obligado a renunciar a sus estudios económicos.

 

El hecho de que Lassalle haya podido encontrar un editor que se comprometió a publicar la obra económica de Marx por fascículos estimuló la redacción final; el primer fascículo («Contribución a una crítica de la economía política»), sin embargo, no quedó terminado sino el 21 de enero de 1859 y al anunciárselo a Engels, Marx no pudo menos de suspirar: «no creo que nadie haya escrito a propósito del dinero padeciendo en persona de tanta falta del mismo», como Franz Mehring lo recuerda oportunamente en su biografía de Marx.

 

Entre estas dos fechas del 18 de diciembre de 1857 y el 21 de enero de 1859, o más exactamente entre noviembre de 1857 y fines de junio de 1858, se sitúan probablemente las contribuciones más válidas que Marx haya hecho al desarrollo de la ciencia económica. Las anunció a Engels en una carta del 29 de marzo de 1858, que contiene al mismo tiempo la noticia de que el editor Duncker habla aceptado la publicación de su manuscrito económico.

 

Se las esbozó tres días más tarde y resumió su sentido el 22 de julio de 1859: tratar de demostrar el carácter especificamente social, y de ninguna manera absoluto, del modo de producción capitalista, a partir de su fenómeno más simple: la mercancía.

 

La Contribución a la crítica de la economía política es conocida sobre todo por su prólogo, que resume la teoría del materialismo histórico con palabras elegidas por su autor, y sobre el cual no tenemos que extendernos aquí. La obra misma tuvo menos resonancia, en el momento de su publicación, y hasta nuestros días, por el hecho de su carácter abstracto; Engels ya se había quejado de esto desde que Marx esbozó los grandes trazos del trabajo. No obstante, este libro contiene la mayoría de las contribuciones específicas de Marx al desarrollo de la teoría económica que elaboró en detalle en los Grundrisse, obra que el público desconoció hasta después de la segunda guerra mundial.

 

Se presenta ante todo como un perfeccionamiento de la teoría del valor-trabajo, elaborada por los representantes de la escuela clásica: William Petty, Adam Smith y Ricardo. Pero constituye, al mismo tiempo, un perfeccionamiento de las teorías económicas que el propio Marx había elaborado hasta su nuevo exilio inglés.

 

En Trabajo asalariado y capital, como en todas las obras de Marx, la distinción entre «trabajo» y «fuerza de trabajo» no está establecida aún. Por eso Marx no pudo hacer un análisis científico de la plusvalía, que resulta precisamente del descubrimiento de un valor de uso específico de la fuerza de trabajo. Más aún, ni La Miseria de la filosofía ni el Manifiesto comunista ni Trabajo asalariado y capital contienen todavía la noción de plusvalía. De igual manera, en todas estas obras, Marx no había dilucidado todavía definitivamente el secreto del valor de cambio de las mercancías. Habiendo aceptado la teoría del valor-trabajo desde su exilio en Bruselas, no había aprendido todavía a distinguir el valor de cambio de los precios de producción, ni éstos de los precios de mercado.

 

Así, en Miseria de la filosofía, Marx no distingue el valor de cambio de los precios; estos últimos han desaparecido completamente del análisis. En Trabajo asalariado y capital el término «valor de cambio» desaparece, a su vez, para hacer lugar a los precios. Pero lo que los economistas habían considerado que era una contradicción inaceptable, es entendido ahora como una realidad de naturaleza eminentemente dialéctica: «son estas oscilaciones (de los precios) las únicas que, a medida que se producen, determinan los precios por los gastos de producción. Es el conjunto del movimiento de este desorden lo que es su orden mismo».

 

Es en su Contribución a la crítica de la economía política donde Marx perfeccionará su teoría del valor, y al mismo tiempo la teoría del valor-trabajo en general, al formular su teoría del trabajo abstracto creador del valor de cambio. Distingue las dos formas de trabajo, «el trabajo concreto» que crea el valor de uso y el «trabajo abstracto», es decir, la fracción del tiempo del trabajo social globalmente disponible en una sociedad de productores de mercancías, separados unos de otros por la división social del trabajo, que es productor del valor de cambio. Las dos formas del valor (valor de uso y valor de cambio) se fundan en estas dos formas del trabajo. Marx considera este análisis de la mercancía como la culminación de más de un siglo y medio de evolución de la economía política práctica.

 

Y después de haber desarrollado su propio análisis de manera detallada, se esfuerza por representar la marcha histórica completa en virtud de la cual la ciencia económica llega a una concepción correcta de la naturaleza del valor de cambio, reconociendo su mérito a cada uno de los grandes pensadores económicos del siglo XVIII y de comienzos del siglo XIX, pero sin dejar de subrayar las deficiencias de que adolece el análisis en cada uno de ellos. El pequeño subtítulo de la Contribución a la crítica de la economía política titulado «Datos históricos concernientes al análisis de la mercancía» se presenta así como el resumen de una obra consagrada a las «Teorías del valor» que sirve de prólogo a las «Teorías de la plusvalía»…

 

 

[ Fragmento de: Ernest Mandel. “La formación del pensamiento económico de Marx”  ]

 

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