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HISTORIAS DE ALMANAQUE
Bertolt Brecht
MI HERMANO ERA AVIADOR
Mi hermano era aviador.
Recibió un día un mensaje,
Lió su petate
Y hacia el Sur se dirigió.
Mi hermano es conquistador.
Nos viene estrecho nuestro suelo
Y anexionar espacio ajeno
Es una vieja aspiración.
En el Guadarrama al fin
Mi hermano halló su parcela.
De hondo medía uno y medio,
Y de largo, un metro ochenta.”
[ Fragmento de: Bertolt Brecht. “Historias de almanaque” ]
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Merecida parcela para quien tantas, grandes y pequeñas, cavó a bombazos.
ResponderEliminarSalud y comunismo
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En estos versos Brecht ejemplifica algo que tiempo después Ernesto Guevara afirmó con contundencia: ‘En demasiadas ocasiones, el parentesco está sobrevalorado”.
ResponderEliminarSalud y comunismo
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MARIANA DOPAZO… COMO BRECHT Y GUEVARA.
Eliminar“…Gavazzo murió a los 81 años en la noche del 24 de junio y los jugadores del equipo visitante decidieron hacer presente la consigna que acompaña aún hoy a gran parte de los Organismos de Derechos Humanos y a los familiares de las víctimas de la represión genocida, tanto en Uruguay como en Argentina. Además de la pancarta, uno de sus jugadores de Villa Española –el delantero Santiago Bigote López– ingresó con un buso negro, cuya inscripción en letras blandas rezaba “Te fuiste sin hablar, cobarde”, en referencia al silencio cómplice pactado por Gavazzo junto a centenas de represores responsables de desapariciones y tormentos aplicados a víctimas indefensas. En una entrevista posterior al empate con Peñarol, el jugador recordó el momento en que decidió comunicar su malestar por la actitud de genocida que se hallaba detenido en su casa, antes de ser internado en el hospital militar donde falleció: “quise transmitirle a este hijo de puta lo que tengo ganas de decirle (…) cuando caminé por el túnel y salí a la cancha sentí que era la voz de muchos que ya no estaban (…) Si estuviese Gavazzo vivo le escupiría la cara”.
La imagen de la bandera y la inscripción portada por Bigote tuvo su correlato en Buenos Aires, días después, con la muerte en Ezeiza de uno de los engendros más inhumanos del aparato represor argentino, Miguel Osvaldo Etchecolatz . En este caso, su muerte fue referida por su hija, Mariana Dopazo, quien decidió cambiarse el apellido ante la ignominia que significaba continuar con el patronímico de ese progenitor condenado a nueve prisiones perpetuas por los crímenes cometidos contra 84 personas. El señalamiento de la bajeza de su silencio también fue subrayado por Mariana: “Detenido en una cárcel común hoy murió, y se lleva con él la verdad de cientos de desaparecidos…”
Completo aquí:
https://www.lapluma.net/2022/07/07/40205/
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