viernes, 26 de mayo de 2023

 

 [ 390 ]

 

JUAN DE MAIRENA

Antonio Machado. 

 

 

Ejercicios poéticos sobre temas barrocos

 

 

(…) Para los tiempos que vienen hay que estar seguros de algo. Porque han de ser tiempos de lucha, y habréis de tomar partido. ¡Ah! ¿Sabéis vosotros lo que esto significa? Por de pronto, renunciar a las razones que pudieran tener vuestros adversarios, lo que os obliga a estar doblemente seguro de las vuestras. Y eso es mucho más difícil de lo que parece. La razón humana no es hija, como algunos creen, de las disputas entre los hombres, sino del diálogo amoroso en que se busca la comunión por el intelecto en verdades, absolutas o relativas, pero que, en el peor caso, son independientes del humor individual. Tomar partido es no sólo renunciar a las razones de vuestros adversarios, sino también a las vuestras; abolir el diálogo, renunciar, en suma, a la razón humana. Si lo miráis despacio, comprenderéis el arduo problema de vuestro porvenir: habéis de retroceder a la barbarie, cargados de razón.

 

*

 

Es el trágico y gedeónico destino de nuestra especie. ¿Qué piensa usted, señor Rodríguez?

 

—Que, en efecto —habla Rodríguez, continuando el discurso del maestro—, hay que tomar partido, seguir un estandarte, alistarse bajo una bandera, para pelear. La vida es lucha, antes que diálogo amoroso. Y hay que vivir.

 

—¡Qué duda cabe! Digo, a no ser que pensemos, con aquel gran chuzón que fue Voltaire: «Nous n'en voyons pas la nécessité»

 

*

 

 

El escultor que saca a escena Zorrilla en su Tenorio -en ese Don Juan tan calumniado, sobre todo por los que no conocen otro— es un hombre magnífico. ¡Con qué gusto hubiera modelado él la estatua de Don Juan, del «matador», como le llama con ingenuidad insuperable, y puéstola entre las víctimas del héroe, en el pedestal más alto de todos! No halló a mano un retrato de donde sacarla... Además, los testamentarios de Don Diego Tenorio... Pero, seguramente, era ésa la estatua que él hubiera esculpido de balde.

 

A la ética por la estética, decía Juan de Mairena, adelantándose a un ilustre paisano suyo.

 

*

 

 

Hay hombres que nunca se hartan de saber.. Ningún día —dicen— se acuestan sin haber aprendido algo nuevo. Hay otros, en cambio, que nunca se hartan de ignorar.

 

No se duermen tranquilos sin averiguar que ignoraban profundamente algo que creían saber. ¡A, igual A!, decía mi maestro, cuando el sueño eterno comenzaba a enturbiarle los ojos. Y añadía, con voz que no sonaba ya en este mundo: ¡Áteme usted esa mosca por el rabo!

 

*

 

 

RECUERDO INFANTIL

 

(DE JUAN DE MAIRENA)

 

Mientras no suena un paso leve

 

y oiga una llave rechinar,

 

el niño malo no se atreve

 

a rebullir ni a respirar.

 

El niño Juan, el solitario,

 

oye la fuga del ratón,

 

y la carcoma en el armario,

 

y la polilla en el cartón.

 

El niño Juan, el hombrecito,

 

escucha el tiempo en su prisión:

 

una quejumbre de mosquito

 

en un zumbido de peón.

 

El niño está en el cuarto oscuro,

 

donde su madre lo encerró;

 

es el poeta, el poeta puro

 

que canta: ¡el tiempo, el tiempo y yo!

 

 

*

 

 

[ Fragmento de: “ Antonio Machado / Juan de Mairena” ]

 

*


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