lunes, 7 de octubre de 2024



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APUNTES

(Bolsa ilustrada de escombros, plagios, escolios y préstamos)

 

7 Octubre 2024

 

 

 


 


365 DÍAS DE GENOCIDIO SIONISTA.

Hoy se cumplen 365 días y noches desde el comienzo del genocidio israelí de civiles palestinos en la Franja de Gaza.

 

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AUNQUE CUESTA ENCONTRARLOS, NO TODOS LOS JUDÍOS APOYAN, POR ACTIVA O POR PASIVA, A LOS PSICÓPATAS TALMÚDICOS QUE GOBIERNAN EL GENOCIDA ENTE SIONISTA.

 

«"Como sobreviviente del Holocausto, digo que el genocidio en Gaza no es en mi nombre. La forma en la que Israel está usando el Holocausto para justificar lo que hace en Gaza, hace que se me revuelva el estómago. Lo que sucede en Gaza es similar al Holocausto".

Stephen Kapos, judio sobreviviente del Holocausto, alza la voz contra el genocidio en Gaza y condena al sionismo como una ideología racista.»

 

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“El único derecho que tienen los israelíes es el derecho de hacer sus maletas e irse de Palestina.

 

(Norman Finkelstein)

 

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IRÁN NO ES MI ENEMIGO. HEZBOLÁ, HAMÁS Y LOS HUTÍES NO SON MIS ENEMIGOS.

 

Caitlin Johnstone: “ Mis enemigos son los imperialistas occidentales y sus socios criminales israelíes que están infligiendo una pesadilla en el Medio Oriente y trabajando para iniciar una nueva guerra masiva de horror insondable.  Hezbolá son sólo gente libanesa. Existe este paradigma de “liberar al Líbano de Hezbollah” como si fuera una especie de presencia alienígena e invasiva, cuando son una fuerza de combate enteramente nativa que surge orgánicamente de las injusticias y abusos infligidos por Israel y Occidente. La máquina de hilar imperial siempre hace esto. El imperio utiliza la narrativa para intentar desvincular a las personas que quiere matar del resto de la población de la nación a la que apuntan para legitimar la violencia que quieren infligir al país. Quieren eliminar a cierto gobierno o elemento dentro de una nación que entra en conflicto con sus intereses, por lo que empiezan a balbucear sobre “terroristas” o “dictadores malvados” o “regímenes” para que parezca que no están simplemente atacando a una nación y asesinando a quienes los desobedecen…”

 

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NO SE TE PIDE CREER, SE TE PROPONE LEER. 

 

Si la lectura es lo que encuentras en la lectura, como decía aquel, comparto el modesto hallazgo de unas instructivas píldoras llenas de, es mi parecer, fragmentarios pero esclarecedores datos. He topado con ellas en el libro ‘Estudios sobre el siglo XIX español’ (un complemento perfecto a ciertas obras literarias de Galdós, Valle o Clarín) del historiador Manuel Tuñón de Lara:

 

1/ «En la España de 1867, la población estimada era de 16. 641. 000 habitantes; el censo electoral reseñaba tan solo 355.387 personas (propietarias), que pagaban una contribución igual o superior a 200 reales al año. La población urbana era el 18 por ciento, la población rural el 82 por ciento restante. El número de españoles que sabían leer: 2 millones de personas.»

 

2/ Sobre la SACROSANTA PROPIEDAD en una sociedad, la España del ‘sexenio’ de 1868-1874, en la que millones de familias carecían de propiedad o la mínima que tenían no rentaba lo suficiente para vivir:

 

«Decreto de 22 de junio de 1869, del ministro de Justicia Romero Ortiz:

La propiedad, consagración del trabajo, base de la familia y de la sociedad, es uno de los derechos por cuyo respeto debe mirar más especialmente la Administración de Justicia… la menor agresión al derecho de propiedad individual y colectiva, legítima o ilegítima (sic), debe ser severamente castigada.»

 

 

Leer para conocer el paño. Tenemos a todo un ministro de Justicia defendiendo –consciente de que la mayoría de la población, que no los propietarios con derecho a voto, no sabe leer–, en un Decreto gubernamental, el derecho a la propiedad ilegítima y, no contento con tal justiciera confesión, la califica de‘consagración del trabajo’. Sin duda el señor MINISTRO DE JUSTICIA conocía sus intereses de ‘clase poseedora’ al revés y al derecho. Y eso a pesar de que ni entonces ni ahora, al menos que se sepa vía medios de incomunicación y desinformación, existió ni existe en España LA LUCHA DE CLASES.

 

 

A– ¿Lucha de clases? ¡¿A cuento de qué?!

 

 

B– Puede que venga a cuento de cierto conflicto de intereses antagónicos, a cuento de  no resignarse con ‘lo que hay’ y combatir las tan manifiestas como infames injusticias sociales, a cuento de…¿Entramos en ese escurridizo debate?

 

 

A– Va a ser que no. Si no existe la tal LUCHA, mejor déjalo estar.

 

 

B– Y si no existe, por seguir con el ejemplo concreto, ¿cómo se explica un Decreto, cuyo incumplimiento será severamente castigado, que ampara y defiende incluso la propiedad ilegítima?

 

A– ¿Estás insinuando que en la PROPIEDAD convergen todos los hilos?

 

B– No, nada de abstracciones. Pienso más bien que ‘los hilos’ convergen en la “oficialmente inexistente” LUCHA DE CLASES que, ineludiblemente en nuestra sociedad, habita de forma concreta, y no fantasmalmente, en todas las relaciones sociales… y además creo que “extraoficialmente” se podría demostrar de forma irrefutable…

 

A– Quita, quita, que es asunto escurridizo y no quiero quebraderos de cabeza…

 

B– Veo que tu grado de hamburguesamiento ha ido a más, y que independientemente de que te agrade más o menos indagar, no sólo parlotear, en este, según tú, arriesgado asunto, estás perdiendo incluso la sana curiosidad. Y esa es una de las pocas cosas que, a mi modesto entender, todavía hacen interesante levantarse cada mañana, ¿no es así en tu caso?… en fin, tú sabrás. O, mejor dicho, sin la insalubre y nefasta manía que produce los quebraderos de cabeza, irremediablemente, tú ignorarás.

 

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LES CRÍAN FAMA Y…

 

MICHAEL KRÜGER: “–Cada uno de nosotros se siente ninguneado por la fama: ese arbitrario mecanismo que impone el conocimiento de los personajes que interesan al poder y decreta el anonimato para el resto.

 

–Si uno no es famoso será por algo.

 

–Eso es lo que proclama la tele, que divide la humanidad en los que salen en ella y los que les vemos. Estamos cien millones de personas viendo el mismo partido de fútbol, pero estamos tremendamente solos. Más comunicados y más incomunicados que nunca.

 

–Menos los famosos, que cobran.

 

–El resto somos insignificantes hormiguitas afanadas en contribuir a la globalización de estructuras gigantescas que apenas entendemos. ¿Qué somos nosotros? ¿Qué son los seres que amamos? ¿Por qué no se merecen que sepamos tanto de ellos como sabemos del cantante o el futbolista o el politicastro?...

 

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