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La Organización del Ejército Secreto (OAS)
“…En noviembre de 1961, los hombres de la OAS operaban abiertamente en las calles de Argel, cometiendo innumerables crímenes con la esperanza de sabotear así el proceso de paz que debía desembocar en la independencia de Argelia. Para los militares y policías franceses era muy difícil luchar contra la OAS ya que muchos de ellos lo hacían de mala gana e incluso fracasaban de forma deliberada, porque en realidad aprobaban los objetivos políticos de aquella organización. La violencia se intensificaba y la OAS extendió la guerra al territorio francés, donde asesinó al alcalde de la ciudad francesa de Evian, sede de las conversaciones entre los representantes del gobierno francés y los del FLN. La OAS realizó incluso acciones violentas contra el gobierno de París y el propio De Gaulle escapó milagrosamente, el 8 de septiembre, a un intento de asesinato en Pont-sur-Seine. Los servicios especiales franceses devolvieron cada uno de aquellos golpes: en noviembre de 1961, varias explosiones destruían 6 cafés de Argel en los que se reunían simpatizantes de la OAS.
Fuera de Francia, los soldados del ejército secreto operaban también en otros países de Europa, como España, Suiza y Alemania donde escuadrones especiales del 11º de Choque organizaron el asesinato de varios líderes del FLN y de personas que prestaban apoyo financiero al FLN o le proporcionaban armas. En Alemania occidental, los soldados de la sombra parecen haber cooperado con la red stay-behind local y con los servicios secretos alemanes de la RFA, el BND. Los alemanes pusieron a la disposición del 11º de Choque el centro de entrenamiento de paracaidistas de Altenstadt, en Baviera, que sirvió de base de retaguardia en las misiones contra el FLN. «Miembros de Gladio y numerosos agentes del BND fueron también reclutados con vistas a otras operaciones especiales», subraya el especialista de los servicios secretos alemanes Erich Schmidt Eenboom. Los franceses que perpetraron aquellos asesinatos de activistas del FLN en Alemania nunca fueron capturados. «La policía parecía incapaz de atrapar a los autores de aquellos ataques relámpago», escribe Eenboom .
La guerra secreta sumió Francia en una pesadilla de violencia. Ambos bandos daban muestras crecientes de brutalidad. En el momento más tenso, Maurice Papon, por entonces prefecto de policía de París, impuso un toque de queda, después de la muerte de 11 de sus agentes. El FLN, responsable de aquellos ataques, respondió organizando en la capital una marcha de protesta, el 17 de octubre de 1961, con la participación de 40.000 argelinos. Papon, quien posteriormente fue reconocido culpable de la deportación de más de 1.500 judíos en la época de la ocupación alemana, ordenó reprimir brutalmente aquella manifestación, lo cual dio lugar a una verdadera masacre.
Según el testimonio de Constantin Melnik, fechado en 1988, por lo menos 200 personas –posiblemente más de 300– fueron asesinadas por los policías deseosos de vengar la muerte de sus colegas. Melnik fue consejero de seguridad del gobierno del general De Gaulle y jefe máximo de los servicios secretos entre 1959 y 1962. Al ser interrogado sobre la red stay-behind, Melnik insistió en la amenaza que representa cualquier tipo de ejército secreto: «Cualquier grupo de hombres con el equipamiento de radio y el entrenamiento necesarios representaría un verdadero peligro para la seguridad de Francia». «Yo vi gente desplomarse bañada en sangre.Los cuerpos se amontaban en vagones antes de lanzarlos al Sena desde el puente de la Concorde», atestiguó Saad Ouazene, obrero metalúrgico de 29 años y simpatizante del FLN. «De no haber sido tan fuerte, yo nunca habría salido vivo», agregó este testigo, que sufrió una fractura del cráneo. «Desde que los argelinos iban saliendo del autobús al llegar a la puerta de Versalles, los recibían con golpes en la cabeza», recuerda el policía francés Joseph Gommenginger, que estaba de servicio aquella noche. «Los que realizaban aquellas cacerías de árabes llegaron incluso a amenazarme a mí. Se habían quitado el número de identificación del uniforme. Yo estaba indignado. Nunca hubiera creído que la policía fuera capaz de hacer algo así.» Decenas de cuerpos fueron encontrados en las aguas del Sena, hasta la altura de la ciudad Rouen, en los días posteriores a la masacre. A pesar de todo, no se abrió una investigación oficial por lo que la revista ‘Les Temps Modernes’ de Jean-Paul Sartre calificó aquello de verdadero pogromo.
La guerra secreta de la OAS, con el apoyo de los combatientes de las redes stay-behind de la OTAN, no logró derrocar a De Gaulle ni impedir la independencia de Argelia…”
[Fragmento de: Daniele Ganser, “Los ejércitos secretos de la OTAN”]
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Estación de Bolonia, 1980, 85 muertos.
ResponderEliminarNunca sabremos, ni aproximadamente, el numero de acciones terroristas cometidas por Gladio, pero la de Bolonia fue sin duda perpetrada por dicha red.
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EliminarSegún nos cuenta, y documenta, Daniele Ganser, fue precisamente en Italia, con la ayuda de la Mafia y militares fascistas ‘absueltos’ por EEUU, donde empezó a actuar ‘Gladio’ allá por el año 1948 para evitar la previsible victoria de los comunistas en las elecciones. Para el caso del triunfo comunista tenían previsto un Golpe de Estado. Desde 1948 hasta la ‘confesión’ de Andreotti en 1990, la actividad terrorista de la OTAN por medio de Gladio en Italia no hizo distingos, mató sobre todo a civiles inocentes que de eso juega el ‘terror’, pero torturó y encarceló a comunistas que eran el objetivo principal, y también a jueces, militares, policías, periodistas o intelectuales díscolos.
Y mató, entre otros muchos, y valiéndose de las infiltradas ‘Brigadas Rojas’, al ‘poco dócil’ presidente Aldo Moro, como lo intentó con el ‘desagradecido’ De Gaulle o hizo en España, mediante ETA, con el tozudo obstaculizador Carrero Blanco. En fin, en nuestro propio país, sin que nadie todavía haya cantado al estilo Andreotti, podemos suponer sin temor a equivocarnos demasiado que nada se ha movido para bien, es un tonto decir, o para mal sin el visto bueno de EEUU-OTAN-CIA. Ellos ‘presuntamente’ organizaron la Inmaculada Transición: colocaron al Borbón, organizaron el atentado de Atocha, quitaron de en medio a Suárez cuando se puso interesante, cooptaron al PCE y crearon al PSOE que nos metería en la OTAN y en el corralito del neoliberalismo… hasta ahora mismo que deciden que reconozcamos al pelele Guaidó, traicionemos a los sarahuis o escuchemos al títere judío-nazi en el parlamento de la Una Grande y Libre…
Pero si nos ponemos a citar las labores de los tentáculos en Paquistán, Perú, Chile, Argentina, Colombia o Brasil, por no hablar de las criminales injerencias en Venezuela, Cuba, Nicaragua, Iran… no acabos nunca.
Ya digo, presuntamente la mayor organización criminal que ha conocido la historia. Debe de ser por eso el monopolio imperial del derecho a veto.
Salud y comunismo
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Diablos, Luis, que bien escribes.
EliminarSalud y comunismo
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