martes, 11 de octubre de 2022

 

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El imperialismo está en guerra con nuestro planeta, y debemos detenerlo

 

CHRIS KASPAR DE PLOEG, PERIODISTA HOLANDÉS

 

 

(…)

 

«La “aristocracia obrera” occidental

 

Los planes para un Green New Deal que no aborden el neocolonialismo imperial amenazan con intensificar la extracción de recursos del Sur Global. La desproporción del consumo del Norte que drena los recursos de las naciones a través de relaciones comerciales desiguales no aparece en las políticas ecológicas oficiales.

 

Las cifras son enormes: cada año, se extraen del Sur Global 12 mil millones de toneladas de materias primas, 822 millones de hectáreas de tierra, 21 mil millones de “joule” de energía y el equivalente a 188 millones de años de trabajo humano. La cantidad de tierra y energía que se derrocha anualmente sería suficiente para alimentar a 6.000 millones de personas y construir y mantener la infraestructura necesaria para viviendas dignas, atención médica, educación, saneamiento, para 6.500 millones.

 

Y esto sin tomar en cuenta que los europeos se apoderaron en una pasado reciente de nada menos que de la mitad de toda la superficie terrestre, después de asesinar y masacrar a la mayoría de la población indígena los europeos que colonizaron Estados Unidos, Canadá y Australia se quedaron para siempre con estos territorios.

 

No obstante, los pueblos indígenas sobrevivientes han continuado resistiendo. Se estima que la lucha de los movimientos de resistencia indígena detuvo un 25 por ciento de las emisiones de combustibles fósiles en los Estados Unidos y Canadá.

 

Alrededor del 80 por ciento de la biodiversidad de la Tierra permanece protegida por los pueblos indígenas, que administran solo el 22 por ciento del planeta. Campañas como Land Back en Estados Unidos han sido cruciales para concientizar acerca del cambio climático. Pero, la factores antítesis siguen actuando: el despojo continuo de tierras ha permitido que las corporaciones capitalistas sigan explotando los combustibles fósiles y recursos materiales.

 

Según el estudioso Zak Cope los países de altos ingresos, no tendrían recursos suficientes para pagar sus niveles salariales si no explotaran intensamente al Sur Global . Su investigación revela que los trabajadores del sur trabajan más horas y son más productivos que sus contrapartes occidentales. En otras palabras, una aristocracia obrera occidental está compartiendo el botín de la súper-explotación del Sur.

 

Esto podría explicar la falta de fuertes movimientos antiimperialistas en el Norte Global. De hecho, las mismas fuerzas imperialistas están construyendo muros  para impedir el ingreso de los refugiados que mismo ellos crearon con las guerras que llevaron a cabo en los últimos 20 años (solo la guerra contra el terrorismo de Estados Unidos causó aproximadamente 38 millones de refugiados ).

 

En este sentido, las políticas de extrema derecha caminan al unísono con los planes políticos de todos los ejércitos importantes del Norte Global, ambos sectores consideran el deterioro climático y ecológico solo «multiplicadores de amenazas» que deben controlarse con represión y guerra.

 

Decrecimiento y solidaridad

 

Esto no quiere decir que la clase obrera occidental, especialmente sus sectores más explotado, no tienen nada que ganar con una revolución verde antiimperialista. Al priorizar las necesidades humanas y ecológicas, en lugar de las ganancias corporativas y consumismo, es posible brindar vidas mejores con un menor consumo de recursos y de energía. Desde la primera revolución industrial se ha demostrado que el sistema capitalista es manifiestamente derrochador e ineficiente.

 

Estados Unidos es el ejemplo más concluyente: hoy la expectativa de vida saludable es más baja que en China y Cuba, a pesar que los trabajadores estadounidenses tienen salarios más altos.  Esto es así, entre otros factores , porque el sistema médico privatizado norteamericano es costoso e ineficaz.

 

Sin lugar a dudas una salud pública podría mejorar el nivel de vida en los Estados Unidos y, al mismo tiempo, reducir la siniestralidad laboral. En definitiva , seguir un camino de decrecimiento ecosocialista en el Norte Global es la única forma de crear un proyecto de solidaridad para la clase trabajadora global.

 

 

Y … la clase media del sur global

 

Es cierto que las clases medias altas en el Sur Global, han adoptado un “ modo de vida imperial ” con salarios altos, despolitización, derechos y estilos de vida basados ​​en el consumo. Sin embargo, según datos del Banco Mundial – que para este asunto utiliza el índice de paridades en poder adquisitivo (PPA)- los niveles de pobreza continúan devastando a la gran mayoría de las poblaciones del Sur Global .

 

El porcentaje de personas por debajo de la línea de pobreza es alarmantemente alto; en Europa del Este y Asia Central un 56 por ciento), en América Latina y el Caribe un 67 por ciento, en Asia Oriental y el Pacífico un 74 por ciento), en Medio Oriente y África del Norte un 87 por ciento), en África subsahariana un 98 por ciento y en Asia meridional un 91,5 por ciento.

 

Para grandes franjas de la población, su nivel de pobreza no solo es degradante, sino que es una amenaza vital. Casi la mitad de la población de América Latina y Asia central y meridional y dos tercios del África subsahariana no tienen acceso a una alimentación adecuada .

 

La línea de pobreza muestra que la clase media es casi inexistente fuera de los países de altos ingresos: solo entre el 7 y el 13 por ciento de la población supera el nivel de pobreza en las regiones de Europa del Este, Asia Central, América Latina, el Caribe, Asia oriental y el Pacífico, y menos del uno por ciento en el sur de Asia y África subsahariana.

 

En términos absolutos, la “clase media” del Sur Global apenas se registra. La gran mayoría de las personas que viven por encima de la línea de pobreza europea (un impactante 75 por ciento) viven en los países de altos ingresos. En realidad, estamos viendo una profundización de un “apartheid global” con unos pocos ricos del Sur y que gobiernan en beneficio de sus intereses en combinación con las potencias neocoloniales.

 

Las advertencias que el mundo no puede sostener un estilo de vida occidental son parte de un engaño interesado. El estilo de vida de occidente no sería posible sin la acción destructora del medio ambiente ejecutada por  imperialismo. El modo de vida occidental simplemente no puede ser globalizado. Por tanto, cuando los medios culpan del colapso ecológico y climático a una “China en ascenso” o a un “África en ascenso” no solo hacen el ridículo, si que están engañando de manera obscena…»

 

 

 

Completo aquí:

https://observatoriocrisis.com/2022/10/08/el-imperialismo-esta-en-guerra-con-nuestro-planeta-y-debemos-detenerlo/

 

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