domingo, 15 de septiembre de 2024


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APUNTES

(Bolsa ilustrada de escombros, plagios y préstamos)

 

15 septiembre 2024

 

 

 

“Son deprimentes los cuadros y los libros en los que no se percibe ninguna decisión ni ninguna exigencia de intervenir”

Peter Handke)

 

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LA FUERZA DE LAS ÉLITES RADICA EN CONVENCER A LA «MAYORÍA» DE QUE ESTÁ EJERCIENDO SU PROPIA VOLUNTAD SOBERANA COMO MAYORÍA.

 

(Luciano Canfora)

 

 

“…Sólo fue una ilusión fugaz. Bastó un pequeño fracaso para romper el idilio entre Alcibíades y la ciudad. Poco después, en la batalla naval más espectacular de toda la guerra —que tuvo lugar en las islas Arginusas en agosto de 406–, los generales atenienses, entre los que se encontraban Trasilo y Pericles el Joven, obtuvieron la victoria. Fue el desencadenante del juicio político más inquietante de toda la democracia ateniense. En aquel año Sócrates era buleuta, es decir había sido elegido, por sorteo, para formar parte del Consejo de los Quinientos. Por eso se vio implicado en el juicio contra los generales victoriosos, a quienes se culpó de no haber salvado a los náufragos, arrastrados por la tempestad que se desató tras la batalla.

 

La asamblea popular, investida del papel de corte de justicia, osciló entre impulsos opuestos, manipulada por las minorías aguerridas y —en aquellas circunstancias— decididas a liquidar a aquellos estrategas. Lo hacían quizás porque los creían demasiado cercanos a Alcibíades, por amistad o por lazos de sangre; un pariente de éste fue su defensor, labor que realizó con habilidad, pero sin éxito. El mismo Sócrates asumió entonces la defensa, en su papel de «pritano», es decir de miembro de aquella «presidencia de la República» formada mediante turnos por los representantes de las diez tribus, que simbolizaba de modo un tanto evanescente la unidad de la dirección política de la ciudad.

 

En esa ocasión, Sócrates se encontró con una situación consustancial a su visión de la política: aquella en que uno (o unos pocos) se enfrentan, y al final sucumben, a una mayoría que, aunque equivocada, vence por su condición de mayoría. Los acontecimientos que llevaron a la eliminación física de los vencedores de las Arginusas —pues no debe olvidarse que el castigo previsto para los desafortunados generales era la pena capital— se desarrollaron en dos sesiones distintas de la asamblea. En la primera, el buen sentido estuvo a punto de imponerse, pero el grupo que estaba a favor de la condena supo evitar que se tomase una decisión en aquel momento. Dijeron que no se podía votar aquella noche porque no había suficiente luz y ello impedía distinguir con claridad las manos levantadas de los votantes.  En el ínterin trabajaron a conciencia para tratar de influir sobre la siguiente asamblea mediante algún efecto dramático. Y lo consiguieron. Llevaron a la asamblea a (presuntos) familiares de los marineros muertos en el naufragio, debidamente ataviados con el más efectivo luto: cabellos rapados, túnicas negras.

 

 

Llevaron también a las tribunas a un (no menos presunto) superviviente del naufragio, quien declaró que poco antes de morir sus compañeros le habían pedido que dijera en la asamblea: «Los generales nos han traicionado, no quisieron salvarnos.» Los supervivientes declararon que se habían salvado trepando a un tonel que contenía harina: una escena de salvamento que recuerda a la Historia verdaderade Luciano. El director de toda esta puesta en escena era Teramenes. Su antagonista, Euritolemo, cuidado de Alcibíades, no se esperaba este giro de los acontecimientos, e intentó apelar, sobre la marcha, a objeciones formales, bien fundadas por otra parte. Pero el «pueblo soberano» que, por definición, era la asamblea ateniense, lo increpó a gritos: «¡Es intolerable que se impida al pueblo hacer lo que mejor le parece!» Persuadido y sobornado, o mejor dicho manipulado, el «pueblo soberano» proclamaba su superioridad respecto a la ley, en la creencia de que de esa forma podría afirmar la incondicionalidad de su autoridad y libertad de decisión. Se trata de un ejemplo perfecto de la fuerza de las élites, de las minorías organizadas, cuyo éxito radica en convencer a la «mayoría» de que está ejerciendo su propia voluntad soberana como mayoría. En el desarrollo del juicio a los estrategas, que era crucial incluso para el resultado de la guerra, dos minorías organizadas y enfrentadas entre sí se disputaban el favor de esa «mayoría»…

 

[ Fragmento de: Luciano Canfora. “Una profesión peligrosa” ]

 

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Lo que muestra el sectarismo es su incapacidad de oír nada de lo que no sea su propio discurso.

 

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«El sionista declaró que no tenía nada personal contra ninguno de sus objetivos –que es como prefería pensar en ellos, pues “víctimas” sonaba como si él fuese culpable– excepto en la medida en que eran un estorbo.»

 

–Queda clarinete que a estos fanáticos les falta algo, para empezar alguna conexión emocional con los demás congéneres y con el mundo. Vaya que sí. Pero, mi pregunta es, ¿cómo pueden soportarse a sí mismos?

 

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Escribió Lenin, que, "lo importante no es tener razón, sino tener razón en el momento oportuno". Muchos años después y con otras palabras, esta misma tesis era formulada por Marguerite Yourcenar en su magnifico libro “Memorias de Adriano”. Leía a Lenin mucho antes que a Yourcenar, sin embargo fue en este libro donde primero tropecé con esta auténtica ‘perla’ de la filosofía de la praxis.

 

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2 comentarios:

  1. "En el ínterin trabajaron a conciencia... "

    “El acuerdo de Minsk fue un intento de ganar tiempo para Ucrania”, dijo Merkel en una entrevista con el influyente semanario alemán Die Zeit

    Salud y comunismo

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  2. « “El acuerdo de Minsk fue un intento de ganar tiempo para Ucrania”, declaró a la prensa y a la televisión, la “carca” Merkel y, en la misma fecha y el mismo sentido –se ve que la misma orden de Washington les llegó al mismo tiempo–, se expresó el otro supuesto “garante del acuerdo”, el “progre” Hollande, cuando en realidad fue un desesperado intento, verdad que en parte exitoso, de ganar tiempo para la OTAN, o sea para mejor poder ejecutar los belicosos planes del Pentágono contra la Rusia insumisa de Putín, en primer lugar, y contra la desafiante y multipolar China, después. Pienso que esta declaración conjunta de los “subordinados gobiernos” francés y alemán, es un buen ejemplo de desinformación para doble consumo: por una parte, civilizados ciudadanos del “Jardín” y por la otra bárbaros de la “Jungla”. Lo que a nosotros, los supuestos bárbaros, nos parece una muestra esclarecedora del ridículo y claudicante sometimiento de la Unión Europea a los abyectos dictados del Hegemón; ellos, los supuestamente civilizados ciudadanos del Mundo Libre, ven una falaz pero genial jugada geopolítica, plenamente justificada para frenar la “locura imperialista de Putin”. Y, nos guste o no, esta es hoy por hoy, la “narrativa dominante en el Jardín”. En la “Jungla”, afortunadamente, ya empieza poco a poco a ser otro cantar…

    Una prueba de que los votantes civilizados “progres” no acaban de descubrir su dependencia de esa narrativa dominante que le inoculan sin descanso los medios de desinformación y embrutecimiento, podría ser –no insistamos por una vez con el PSOE, Sumar, Podemos, IU…– la presencia estelar del “troyano-socialista” Hollande, en las listas del NUEVO FRENTE POPULAR en Francia. ¿Cómo van a ver a una marioneta del Imperio yanqui disfrazado de un político socialista que se suma generosamente a un frente popular contra la ultraderecha neofascista? Ni que fueran bárbaros desinformados…»

    Salud y comunismo

    *

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